Salvemos a Konoha

Al llegar a Konoha, nos encontramos con nuestros compañeros de clase, esos que se habían quedado en el torneo. Lograba distinguir a pesar de la distancia, que ahora ellos estaban enfrentando a otro enemigo, que con huesos salidos de la tierra logro herir a Seijiro . Pensé en acercarme para curarlo, pero cuando iba a hacerlo, el chico de cabellos rubios y ojos azules que apareció en el bosque, llego junto al chico que nos ayudo a escapar y se pararon en medio de todos nosotros. Me asuste, hace solo unos instantes él le estaba ayudando a Soukai para matarnos, y cuando intente decir algo, él hablo y lo que dijo me sorprendió, porque al parecer ahora estaba de nuestro lado.

-Amegakure esta detrás de este ataque, ellos están creando un ejercito de cosas, que tienen células de varios ninjas poderosos a través de la historia, también, quien esta tras todo esto a logrado algo que ni siquiera el Nanadaime Hokage logró, esta persona tiene el control sobre todos los elementos y puede combinarlos de formas impensables-.


-El éter-susurré. 

De repente, entre los escombros de la aldea, apareció alguien, alto, de piel pálida, cabello largo, bastante fuerte a la vista y ojos rojos. No se quién era quien era, porque definitivamente, no pertenecía a la aldea.
Gruay, uno de mis compañeros, empezó a atacarlo, estaba claro que aquella persona era un enemigo. Sin embargo, su ataque no fue totalmente efectivo, pues nuestro contrincante se convirtió en un ¿charco de metal? Sí, definitivamente era eso. Cada uno de nosotros empezó a atacarlo, yo decidí utilizar la espada que hace tiempo se me fue otorgada, y aunque con los múltiples ataques logramos hacerle daño, este no parecía ser el suficiente.
Hubo un momento en que aquel hombre, de quien aún desconocíamos su nombre, nos encerró a tres de nosotros en unas esferas de metal, dentro de la mía crecían unos picos, que estaban destinados a atravesar mi cuerpo. Sin embargo, utilice mi espada para cortar la esfera y escapar de esta. Seguido de eso, dividí mi estada en dos, las unté de veneno y las lancé hacia el hombre de ojos rojos. Lastimosamente, él logró detenerlas.

No pensaba detenerme, pero cuando pensé en utilizar un jutsu contra él, sucedió algo que nunca creí presenciar. El enemigo fue aplastado por lo que parecía ser una pata gigante, de un tono naranja traslucido ¿de dónde había salido aquello? Después de mirar bien, noté que era el chakra del séptimo Hokague, que tomaba la forma del Kyubi. Luego de eso, escuchamos la voz de Naruto.
-No todo está perdido, estoy más cerca de lo que piensan y el enemigo también- fue lo que dijo, antes de que el chakra empezara a desaparecer. 

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